La crítica y necesaria bolsa de emergencia.

Para aquellos que pretendan hacer una larga travesía, posiblemente quedándose sin cobertura durante la misma, ser cauto y previsor frente a las posibles incidencias, algunas de ellas con desenlace grave em el caso de hundimiento del barco, es una máxima para cualquier patrón.

En esta tarea los hay muy exigentes y otros más prácticos, veamos aquí algunas recomendaciones.

¿Para qué?: En caso de hundimiento es imprescindible que se consideren aquellas las necesidades que pueden surgir una vez en la balsa salvavidas. Cierto es que estas balsas, ya disponen de una minima ayuda (muchas de ellas unitarias en función de la dimensión de la misma):

  • Cuchillo flotante, sujeto a la balsa por un cabito
  • Anilla flotante con rabiza (cabo flotante) de 30 metros
  • Cuaderno de bitácora y tabla de actuaciones e instrucciones
  • Tabla de señales de salvamento
  • Linterna estanca, con baterías y bombilla de repuesto
  • Espejo de señales
  • 3 bengalas de señales
  • 2 cohetes de señales con paracaídas
  • 1 bote de humo de señales
  • Pastillas antimareo (Biodramina) 6 pastillas por persona
  • Botiquín de primeros auxilios
  • Mantas térmicas
  • Ancla de capa, con cabo de 30 metros
  • Par de remos flotantes y desmontables
  • 1 achicador flotante
  • 2 esponjas, para achicar agua
  • 1 inflador de emergencia
  • 1 silbato
  • 4 bolsas de lastre, que aseguran la estabilidad de la balsa
  • cintas en todo su perímetro para asirse y facilitar el acceso al interior
  • escalón inflable, para facilitar el acceso al interior
  • arco inflable con capota, cerrable con cremallera
  • canalización en la capota, para la recogida de agua de lluvia o condensación sobre la lona
  • Luz led de posición, con batería
  • Suelo térmico

Además, una balsa salvavidas SOLAS de barco lleva comida, específicamente un paquete de raciones de emergencia con al menos 10.000 calorías por persona y agua dulce, todo en envases estancos. La cantidad exacta de agua y calorías por persona es obligatoria según la normativa SOLAS para un período mínimo de tiempo. 

No obstante, tenemos que prever algunas cosas más para complementar esos elementos que, por cierto, estarán en buenas condiciones, solo si tenemos la balsa en periodos de validez, es decir, ha pasado todas las revisiones.

Qué podemos añadir a través de la bolsa salvavidas:

Para apoyo a la localización y rescate: EPIRB/PLB, bengalas si la balsa no lleva, EVDS, una VHF portátil resistente al agua, una linterna potente resistente al agua con pilas de repuesto, una luz estroboscópica, un silbato, un teléfono vía satélite si tenéis* , un teléfono normal que probablemente tenga acceso a la posición, incluso a las cartas de Navionics, cartas físicas de la zona. (En mi caso, para estas travesías dispongo de un terminal inReach de Garmín, al cual le contrato soporte de emergencia y acceso satelital para mensajes y meteo). No estaría de más disponer de una pequeña placa solar que permita cargar mínimamente algunos sistemas (teléfono, Garmin)


Para apoyo a las necesidades básicas de nutrición: Alimentos de alto valor energético y agua (también sería útil una potabilizadora manual). También puedes necesitar un par de gafas graduadas de repuesto, ropa de abrigo e impermeable, gafas de sol, protección solar, bálsamo labial, medicamentos y antibióticos, pastillas para el mareo y un kit básico de pesca. Son importantes los objetos personales vitales que necesitarás una vez rescatado, como el pasaporte, las tarjetas de crédito. De los artículos anteriores hay que escoger los más importantes que quepan en una única bolsa salvavidas. Hay que recordar que la balsa salvavidas es pequeña y frágil por tanto hay que llevar lo imprescindible: que ocupe lo mínimo y de peso moderado.

De apoyo para frio: Si es posible en una bolsa de plástico adicional estanca, camisetas, mantas o sacos de dormir que no pesen)

Otros interesantes: Cinta americana, brújula manual, alguna linterna, medicamentos personales. señal acústica….

Siempre tendremos que lidiar entre tamaño y priorizaciones ya que la balsa es de pequeño tamaño y debe ser una estancia cómoda para los náufragos.

Cuando debe prepararse la bolsa de emergencia: Estas bolsas, así como la balsa salvavidas, deben estar accesibles de forma fácil y haber, previamente, compartido el protocolo de actuación de cada tripulante en caso de necesidad. Se prepararán antes de la salida, a solo falta de colocar aquellos elementos que se estén usando durante la travesía (teléfono, Garmín, gafas, etc.), aunque habrá designado un responsable de complementar la bolsa con esos elementos en caso de necesidad.

El protocolo: Hay que distribuir las tareas básicas importantes durante el proceso de abandono del barco:

1 Comunicaciones (Que deben empezar a realizarse inmediatamente que se tiene la percepción del riesgo de naufragio y continuar hasta que sea ya inminente el abandono del mismo) y llevarse la emisora manual (a ser posible flotante y cargada 100% de batería). Si hay más de un sistema, emisora, Garmín, etc. y hay algún tripulante disponible, las llamadas se podrán seguir haciendo desde todos los dispositivos posibles, hasta lograr la confirmación de recepción de nuestra llamada de emergencia.

2 Complementar la bolsa con los elementos adicionales necesarios (que ya deben estar listados para no olvidar ninguno)

3 Proceder a las tareas para lograr abrir la balsa salvavidas, que deberá permanecer atada al balcón de popa (Cuidando de que el cordón de apertura haga su labor al lanzarla). Mantenerla bajo control en todo momento mientras se procede a subir a ella, y no soltarla del barco hasta que sea inminente el naufragio, en cuyo caso deberemos alejarnos, con los remos, rápidamente del mismo, evitando posibles problemas con la succión generada.

3 Recoger la radiobaliza del barco, activarla y colocarla en la balsa.

4 Atar algunos salvavidas adicionales en el lateral de la balsa si no se pueden colocar dentro de ella por carecer de espacio.

5 Si hay espacio suficiente, agregar algunos víveres, especialmente agua.

Estos protocolos deberían ser entrenados y preparados antes de la salida del puerto base y, mejor, ser revisados a lo largo de la travesía. Estar bajo control evitará situaciones de pánico y también es una forma de asegurar las máximas posibilidades de supervivencia.

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