
Nuestros barcos no son ajenos a las incrustaciones que puedes ver sobre las rocas u otros objetos flotantes. Estas incrustaciones en forma básicamente de caracolillo, percebes, algas y los ‘shipworms’, frenan la velocidad del barco e incluso podrían perjudicar el casco del mismo.
Para evitar este tipo de problemas, los barcos requieren, de forma periódica, cada uno o dos años, en función de lo que navega (a más navegación menos incrustaciones), el puerto donde resida habitualmente el barco y el tipo de tratamiento aplicado anteriormente. El tratamiento que consiste en aplicarle una pintura antifouling (antiincrustante) o patente al casco. Se trata de una componente, similar a una pintura compleja (derivados del cobre y elementos biocidas) con propiedades de desgaste en la navegación, que evita que esas incrustaciones se queden adheridas gracias al efecto de esa pintura y a la velocidad del barco. Estas incrustaciones son especialmente peligrosas son cuando se asientan en las quillas, los timones y las hélices.
Además, lo más normal es encontrar diferentes tipos de antifouling en función de la parte del casco en la que se desea aplicar, hélices o casco, y en función del tipo de barco, si es velero o lancha a motor, los de un barco de vela durarían muy poco en un barco rápido y los del barco rápido no funcionarían bien en un velero..
Usualmente este tratamiento se efectúa a comienzos de la temporada alta de navegación con el fin de mejorar el rendimiento del barco.
Vamos a exponer de forma breve como es el tratamiento ya que lo puede hacer uno mismo si dispone de tiempo y un poco de habilidad. El proceso puede durar de 2 a 3 días para que esté perfectamente seco, aunque algunos fabricantes dicen que con 24 horas en un clima seco son suficientes para el secado (yo, por motivos especiales conseguí hacerlo en 24 horas, sin que el resultado fuera muy malo, pero preferiblemente hacerlo con tiempo).
La pintura antifouling no protege todas las zonas del barco
La pintura antifouling es una solución fantástica para evitar que algas y percebes se adhieran al casco del barco, sin embargo no soluciona el problema de la incrustación en las tuberías y tomas de agua de los barcos. La incrustación en las tuberías es un gran problema porque hacen que disminuya el caudal de agua que pasa por ellas incluso hasta llegar a atorarse por completo. Para evitar esta problemática se utilizan sistemas antifouling fundamentados en la protección catódica. Se basan en la función biocida de cátodos que se liberan mediante el empleo de un circuito eléctrico y también cuidando de que no se obstruyan las tuberías, mediante vinagre periódico o presión de agua durante la aplicación del antifouling.
¿Cómo se aplica la pintura ‘antifouling’?
Preparación previa
En primer lugar deberemos contar con protección para todos los que intervengan en el proceso, ojos, piel, pelo etc.

Lo primero que hay que hacer es quitar los organismos adheridos lo cual podemos hacer con una karxer en primer lugar, para la parte más gruesa, para a continuación eliminar el residual con una buena rasqueta (mejor de pintor). La idea es, no solo eliminar las incrustaciones, también la pintura antigua, en este caso y si se resiste, es posible que nos haga falta una lijadora circular o rectangular, siempre intentando no tocar las capas profundas del gelcoat o del material en que esté construido el casco.


18 meses sin tratamiento.
Hay que tener en cuenta que este mismo tratamiento debe darse en el timón y la hélice hasta dejarlos sin pintura y pulidos.
En ocasiones, si el barco no hubiera sido pulido de forma adecuada a lo largo de los años, quitar las sucesivas capas de pintura puede exigir el uso de herramientas más pesadas y quizás sea bueno que intervengan profesionales que tengan experiencia y dispongan de ellas. Por fortuna no he tenido que hacerlo en mis barcos.
Algunos patrones, para dejarlo aún más limpio de incrustaciones, crean una base a partir de una solución formada en un 80 % por agua y en un 20 % por salfumán. Esta deberá ser aplicada sobre toda la superficie para acabar con los posibles microorganismos que hayan podido sobrevivir o incrustarse de nuevo. Si lo hacéis, aseguraros de quitarlo perfectamente después de que haya hecho efecto, con la karcher o una hidrolimìadora,
También es el momento de efectuar la limpieza de los grifos de fondo, para ello usaremos la karcher y controlaremos que toda la grifería funciona sin obstáculos que impidan la circulación idónea. Se podrán usar desatascadores si fuera necesario, incluso cambiar algún gripo de fondo si está deteriorado. Ojo que al enfocar la karcher en la grifería el agua puede salir dentro del barco, mejor poner una bayeta en los orificios interiores y evitar salpicaduras innecesarias, Y Ya de paso engrasar los grifos internos para que se muevan de forma adecuada.
Tras esa limpieza es el momento de ver si hay alguna imperfección en el casco, pequeños golpes o rasguños, incluso alguna pequeña área afectada por el óxido (orza o timón) , los cuales podemos reparar con la masilla apropiada tras dejarlo secar de la limpieza efectuada anteriormente (6 a 12 horas).
Ahora, con el casco limpio usaremos una cinta ancha de pintor para marcar proteger hasta la línea donde aplicaremos el anifouling (de flotación), con ello evitaremos que se nos vaya la mano en algún momento y pintemos parte del casco con el antifouling.
Tras dejarlo secar, es aconsejable darle una capa de imprimación para que se adhiera mejor el antifouling, aunque alguna vez no se la di, tras una buena limpieza, y no sucedió nada grave.
Masillar las imperfecciones ayudará a cuidar la imagen del barco
La imprimación siempre es un plus en el tratamiento

Buenos vientos!
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